Actuar siempre ha sido una de mis grandes pasiones. Desde niño, veía muchas películas con mi abuelo y disfrutaba creando e interpretando personajes, reales o imaginarios. De ahí nació mi amor por esta profesión. Me formé entre Italia y el extranjero, profundizando mi conocimiento de diferentes técnicas y enfoques. Construyo cada personaje con cuidado y precisión, incluso antes de llegar al set, para luego darles vida en las distintas tomas y aprovechar todo el trabajo realizado en ese espacio suspendido entre la “acción” y la “parada”.
Me encanta especialmente interpretar papeles que están lejos de mí, que tienen una historia fuerte o un mensaje que contar y llevar al público.